Colapsaron los hospitales y liberaron la ciudad.
Miles de palomas blancas alzaron vuelo felices,
aunque no comprendían el absurdo.
Después del acuerdo entre ellas,
recorrieron los cielos y la tentación
las llevo a lugares prohibidos
y darse algunos gustos,
antes de que las encerrarán de nuevo.
Eran conscientes de su irresponsabilidad
y aún así, embriagadas de alegría,
no hubo rincón que no visitaron.
Entretanto, la ciudad ardía de rojo pasión.
Y el cielo se vistió de blanco...
Yvette Ruben
“Duda de todo y encuentra tu propia luz.
Tu destino estará allá donde tus pensamientos
y sentimientos quieran hacerte llegar.”
Pensamiento Zen
Agradezco que tengo el privilegio y la capacidad de poder integrarme a la tecnología del momento.
Pero la virtualidad atrapa y me encierra en un mundo irreal
que ya no me satisface.
Ha llegado el momento en que deseo encontrar mi luz, materializar mi trabajo, sentirlo en mis manos y acariciarlo con amor, como a una joya preciada.
“El arte de vivir con arte” cumplió diez años
de experiencia, aprendizaje y afortunadamente,
muchas satisfacciones.
Él, está siempre esperando una novedad, una sorpresa,
un silencio...
Fue una responsabilidad que me impuse
con poco conocimiento y mucha dedicación.
Me ha enseñado bastante y lo agradezco enormemente.
No lo abandono, y aunque no es la prioridad del momento,
seguiremos hasta encontrar la luz propia.
“No nos falta tiempo, es que lo perdemos”
Confucio
Aunque soy poco fanática de las redes sociales
y de la virtualidad, tengo amigos muy valiosos
en Facebook e Instagram.
No me despido de nada ni de nadie sino, que le daré
prioridad a escribir, a cuidar y ver crecer mi jardín,
a mi afición por la fotografía y a leer cuando la complejidad
de mi vista lo consienta.
A todo esto le dedicaré el mayor tiempo posible, sin dejar de alimentar lo que ya existe y compartirlo con mis lectores cuando el tiempo lo permita.
Espero no me olviden así como yo no olvido lo que aprecio.
Soy una vida, muchas vidas...
Yvette Ruben
De nuevo Babel.
Aumentan los lenguajes y la comunicación se ausenta.
No nos entendemos y el ruido de las voces es ensordecedor.
La torre de Babel se tambalea al igual que el globo terráqueo.
No es un pensamiento negativo sino, una realidad incuestionable.
En mi sentir que como siempre, va más allá de mi propio ser,
percibo un comienzo de campos verdes y sus cultivos,
árboles frutales y vegetales de hojas verdes descomunales.
Estamos a la entrada de un nuevo mundo:
El trueque, me das y te doy...
Se acaban las calderas y el humo negro,
se acaban los tumultos del transporte por nobles caballos
y allá lejos, en las praderas verdes y el trigo dorado,
se oyen los festejos y los cantos a las lluvias,
al amor, al césped que crece bajo un sol que lo ilumina todo,
porque pasaron las tormentas y el hombre salió triunfante.
Había una vez un pueblo...
Yvette Ruben
La inspiración es la intrusa de la mente,
entra en sus laberintos sin aviso previo
y sale sin despedirse.
Ella no tiene precio, ni tiempo,
ni hora en el calendario.
Cuando se trata de creación,
su presupuesto es ilimitado y cuando calla,
no hay nada que rompa su silencio.
Es la matrona del arte…
Y aquí estoy, en lista de espera…
Yvette Ruben
Hace días que estamos callados,
no nos placen las noticias de última hora,
no somos amarillos ni rojos.
Nuestro credo es la vida y su magia.
Estamos preocupados porque una Mirla
descubrió nuestro paraíso y está al acecho
sobre la fruta que madura,
quiere crear desorden y alterar el ambiente
de paz y armonía.
Por nuestras ventanas, entran rayos de luz y esperanza,
aves que nos visitan a diario,
nace una rosa o se madura una naranja,
vuela una mariposa con gracia y las abejas
buscan el polen.
El silencio hace parte del lenguaje y de la música.
Ante la situación actual,
tan desacorde con nuestro criterio,
va la foto en panorámica para no ver detalles…
Porque ¡Ay!, nos duele la insensatez humana
y nos resistimos a…
¡Noticia de última hora, el gato se comió un Copetón!
La Editora
Siendo amante de la rutina necesaria,
extraño la vida cotidiana.
Hay algunas actividades que requieren rutina
y si son de tu agrado, las esperas con felicidad.
El deporte, el baile, la cocina, la lectura...
Hoy, estamos en una coctelera de improvisación
y mandatos que cambian a diario.
No es tu supermercado, ni tu salón de belleza ni lo acostumbrado...
Y es un absurdo que durante la parálisis del día,
no encuentres momentos de paz ni de inspiración.
Nos salva la naturaleza que no descansa;
la lluvia es música, la flor un regalo, una llamada inesperada
y amistosa, es un poema.
¿Aprendemos a vivir ahora
o no lo hacíamos antes del encierro?
Parece que una nueva vida
viene a nuestro encuentro...
Yvette Ruben
Sabíamos que algo no andaba bien,
que había abundancia para unos
y escases para otros.
Que reinaban los conflictos en vez del amor
y sentíamos que algo, no andaba bien.
No obstante, nada se hacía para detener
la desigualdad.
Y la primavera no lo sabía,
tampoco los mares y montañas,
las aves con sus trinos.
Y el arte seguía naciendo,
la música, la danza.
Y no nos enterábamos de nada,
seguíamos en lo mismo y sabíamos
que algo, no andaba bien.
Pero la primavera no se enteraba
y seguían floreciendo los capullos…
Yvette Ruben
La vida está y también el arte,
pero en estos días deseo disfrutar
mi jardín y su desorden.
Él espera paciente que lo atienda
y llegará su momento.
Por ahora, vivimos en el desorden
que abraza a la Humanidad.
Y ella, no sabe qué hacer,
no le enseñaron ni le dieron
un manual de instrucciones
de comportamiento.
Tampoco le enseñaron que el amor
es prioridad ante todo.
Y tendremos que aprender a vivir
sin destruir. Roguemos que así sea.
Pero no se puede vivir solo de realidad.
Existe la fantasía y los sueños y el amor.
Sorpresivamente saldrá el sol a iluminarnos…
Yvette Ruben
Soy Rosy, nieta de mi abuela
e hija de mi madre.
Ella, mi madre, cada día se parece
más a mi abuela.
Sus gestos, sus costumbres y maneras
que le criticaba a su madre.
Algún día yo seré madre
y también tendré sus gestos y costumbres,
seré lo que criticaba de ella y ahora admiro.
Entenderé sus miedos y angustias,
sus sacrificios.
Conoceré lo que es traer una hija al mundo
y le agradeceré sus desvelos por mi.
Usaré sus zapatos y cada paso me enseñará
de la vida y sus avatares.
La extrañaré como ella extraña a mi abuela
y entenderé el amor y el dolor.
Si, llegará el momento en que seré madre
y así sucesivamente, crearemos la historia
de generaciones…
La editora
Tantos corazones vuelan e inundan las redes sociales
que me incitan a fantasear con la imaginación...
Cómo sería si los corazones se pudieran abrir
como un libro y leer su contenido.
Sería infiltrarse en una revolución sin pies ni cabeza.
¿Y qué tal si se pudiera elegir corazones en el supermercado?
¡Ay, no sé, esa idea me tiene loca!
¿Escoger al que razona
y cumple sus obligaciones de manera sistemática
y aburrida, o lanzarnos al poeta loco
que nos llena el alma de ilusiones?
Contigo, pan y cebolla, se decía antes de la revolución tecnológica.
¡Ahora se requiere algo más que pan y cebolla!
Así que, no regalemos tan fácilmente corazones
sin sentimiento ni razón.
De mi parte, busco un corazón noble
con alma de poesía y que sepa,
amar y bailar.
Soy Eva...
Repentinamente la primavera
se tornó en otoño.
Nostálgico, con lluvias intermitentes
y aroma de no hacer nada.
Después de meses de encierro
las lluvias nos enclaustran de nuevo.
Esculcar bibliotecas y perseguir
cualquier rayo de sol
que entre por la ventana.
Revisar papeles viejos
cada uno con su historia
que traen recuerdos
creídos perdidos en la memoria.
Muchas cosas por hacer
siempre dejadas pendientes
para días como este otoño.
Y al final, lo dejo todo
porque teniendo tu amor,
ya me es suficiente.
Yvette Ruben
.
Llegó el invierno
y con el los paraguas,
gabanes y charcos.
Llega otro encierro…
Pero estás tu y la danza.
Cuando abrazas mi cintura
vibra mi cuerpo y somos uno.
Tu aliento en mi cuello
y el calor del deseo despierta
cada uno de mis sentidos.
Entre tus brazos soy lo que desees
y la música me arrastra, me domina,
y me emborracha hasta perder
el sentido del tiempo
y en un dos por cuatro
me harás tuya incondicionalmente.
Solo hay música y esa sensualidad
que espero día tras día
a las once de la mañana…
Yvette Ruben
La gran equivocación de mi vida,
ha sido creer que todos
tenemos la misma sensibilidad,
que pensamos de la misma manera
en diferentes temas
y no es así.
Creo que quizás vuelo demasiado alto,
o la fantasía me somete.
Me doy golpes fuertes
cuando caigo a la realidad
como fruta madura.
Como Facundo Cabral,
tal vez no soy de aquí ni de allá.
Soy cometa que viaja por los cielos
y mira la tierra desde arriba
sin encontrarme entre las multitudes.
No hay que predecir, ni esperar, ni adivinar...
El plato principal de la cena en la vida,
es el que está enfrente nuestro
y es el que se debe consumir.
Viva la Reina, que el sol la ilumine...
Yvette Ruben
Soy Yvette, Ruben, Cheres, Picciotto, Crespi…
Nací en Cali Colombia y mis ancestros son del mediterráneo.
En mi sangre bulle esa herencia de sol y mar,
de calles angostas, vendedores de ilusiones y comidas callejeras.
Visitar las plazas de mercado y disfrutar un paseo por los puertos.
Tengo alma de libertad,
de ocio bajo un olivo a la hora del almuerzo
y de dulces con el café al atardecer.
De música alegre y nostálgica.
Me encanta el bullicio en las calles
y comer en cualquier kiosco y seguir andando…
Podría pasar una vida entera en los cafés
mirando pasar a la gente o ser parte de las tertulias
de los que piensan y sueñan.
Despertar tarde y abusar de las noches
disfrutando su enigmática música.
La Estambul, ciudad y recuerdos de Orhan Pamuk…
Añoro el mar azul profundo de las islas griegas,
lo exquisito del diseño italiano,
la gastronomía de la Toscana.
Si el destino no hubiera cambiado el rumbo,
quién sabe dónde estaría con mi alma de poeta libre,
sin más escuela que la vida.
Quizás pintando en un Atelier más bello y más mío que mi propia vida, teniendo un solo nombre serio, preciso, explicito:
“Mediterráneo”.
Yvette Ruben
Cada día que pasa,
pesa más en los hombros
el paquete de las flores de esperanza.
No renunciamos porque aún así,
la vida continúa con sus caprichos
y de ellos, aprendemos.
Las prioridades ya no son las mismas
pero hay gustos que nos podemos dar sin dañar a nadie.
¿Qué tal un pedazo de patilla jugosa
en medio del calor sofocante de un medio día soleado?
¿O un helado cremoso mientras ves una excitante película?
¿Un té calentito con galletas en una noche fría y húmeda?
Ser superficial en algunas circunstancias de la vida,
es bueno para la salud mental y física.
Hoy espero con ansiedad el atardecer
y darme el gusto de comenzar la noche
con un Caviar Beluga en finas tostadas.
Luego un Paté de Fuá acompañado
con una confitura de flores de Jamaica.
¿Postre?
¡Un Marrón Glasé y listo!
Por supuesto, habrá un sin fin de paladares
de diferentes gustos,
pero no duden en darse el gozo.
Este es el momento…
Yvette Ruben
Y llegará el nuevo día
cuando se abran las puertas a la vida.
Reanudará el barullo citadino.
El sonido del movimiento
entre máquinas y espíritus
volverán a dejarnos sordos
de los sentimientos
que en el silencio,
hemos ganado.
Volverán a estar
los cuerpos apretados
en transportes insuficientes
corriendo contra el tiempo
sin de verdad,
llegar a ninguna parte.
La ansiedad de la supervivencia
pareciera que fuera ella
la causante de tal tumulto.
Y me evado y me escondo
de toda esa tormenta
labrando la tierra
en los campos de mi conciencia
amando la naturaleza
mientras siembro semillas de amor.
Por ahora, emprendo vuelo con las gaviotas
sobre un mar de esperanzas.
Yvette Ruben
