Hoy no hay noticias,
solo una reflexión que martillea en mi mente
sin descanso.
Estoy olvidando el orden de los días
y tengo que concentrame para saber en cual estoy.
El único que no olvido es el famoso domingo,
tan adorado por muchos y rechazado por mi.
Y es que llevamos ya mucho tiempo en que la vida
se nos convirtió en una continuidad de horas que curiosamente, sin mucho qué hacer, parece que no alcanzan.
Me gusta tener cosas pendientes en las que quiero
comerme el mundo con ideas creativas.
Ahora, en su lentitud, pesan y lo pensado se disipa
como neblina de madrugada.
Creo que voy a salirme de este calendario
para crear uno propio con nombre de labores:
Lunes = Iniciación
Martes = Inspiración
Miércoles = Preparación
Jueves = Acción
Viernes = Superación
Sábado = Reflección
Domingo = Liberación
Hoy es Martes…
La editora
