Reflexiones

EL ARTE DE VIVIR CON FLORES
REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS
FOTOGRAFÍA
POESÍA
INSTANTES

28 de enero de 2015

EL SILENCIO


“Cuando el silencio y la nostalgia me atrapan,
 respondo con flores y música”

Yvette Ruben A



25 de enero de 2015

A MIS AMIGOS QUE FALTAN


Foto: Hernán Díaz

No sé por qué, especialmente hoy, recuerdo grandes
amigos que fallecieron y se fueron de mi vida en poco tiempo,
dejándome grandes cicatrices en el alma.
Hernán Díaz, fotógrafo, Manolo Vellojín, pintor, Ana Mercedes Hoyos, pintora y escultora.
Me quedan sus enseñanzas, los momentos que compartimos,
la admiración y respeto mutuo, el regocijo cuando disfrutaban de mis extravagancias al pasar la línea de lo establecido.
Siendo muy distintos, éramos iguales, amantes del arte y de la estética en su más alta definición.
Gozábamos la vida a nuestra manera y entre palabras y vino,
algunas veces excedíendo y en otras, era el silencio quien hablaba.
Queridos, cuánto los extraño, que soledad han dejado en un gran rincón de mi corazón.
Solo me quedan sus maravillosas obras de arte y el espíritu que las habita.
Las miro cada día, pero me falta la música de sus voces, la calidez de su compañia y quizás, el consejo sincero.


YvetteRubenAlfandary
Escultura: Ana Mercedes Hoyos

 Pintura y cajas: Manolo Vellojín






24 de enero de 2015

EL PESCADOR DE ESPERANZAS

Nombré esta foto “Pescador de ilusiones”
y ahora pienso que es un título equivocado.
El término ilusión se refiere a una percepción o
interpretación errónea de un estímulo externo real.
Tal vez, el nombre debe ser “Pescador de esperanzas”.

Esperanza, es tener fe, tener luz en el alma y un buen
estado de ánimo al creer que algo se llegará a cumplir
por la fuerza de nuestros deseos.
Sin esperanza, es vivir en la temible comodidad
de la monotonía, de la resignación.
La esperanza es futuro.

Yvette Ruben A

23 de enero de 2015

LLEGUÉ A UN PUNTO DE MI VIDA...


Permiso Meryl, para tomar tus palabras y hacerlas mías.

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" (Meryl Streep).


No sé si es auténtico pero circula en la red
y me parece interesante y justo. 
Tal vez muchos lo han leído, no está
demás recordarlo.
Yvette Ruben A

19 de enero de 2015

LA CASA ENCANTADA


Árboles vestidos de liquenes como ancianos
de barbas largas, cargados de sabiduría, vigilan
la casa día y noche.
Sus siluetas bailan con el viento y me remontan

a los cuentos de antaño, de  duendes y fantasías.
Con su apariencia de siglos, son el legado de alguien que cumplió a cabalidad sus sueños.




El tejado y las chimeneas recuerdan tiempos con mañanas y atardeceres fríos, invitando al recogimiento.
Los arcos de la terraza, enmarcan lo que quizás fueron
grandes salones de encuentros y festejos.

Se respira paz y perfume de azahares cuando los naranjales
florecen al caer la tarde y los verdes se tornan dorado añejo.
Hay algo sorprendente y amable que atrapa los sentidos que hace no desear salir del encanto.
Los años no logran borrar las huellas de un pasado
en el que la vida transcurría en paz con la naturaleza y su
hermoso lenguaje.

El arte de vivir.

Yvette Ruben A