Reflexiones

EL ARTE DE VIVIR CON FLORES
REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS
FOTOGRAFÍA
POESÍA
INSTANTES

21 de mayo de 2020

Réquiem

¿La virtualidad acabará con el romanticismo?
Habrá un nuevo protocolo del lenguaje,
quizás frío y distante o apasionado y sincero,
pero sin pilares que lo sostengan y con las emociones
clavadas en el alma e impedidas a tener voz. 
Y de lo físico, perderemos el palpitar de un corazón
en el cálido pecho del amado,
la ausencia de sus caricias, 
el roce que eriza la piel, 
perfilar con el índice sus labios
y enriquecerse con el esplendor de su sonrisa.
La seguridad de un apretón de mano,
el vuelo de una caricia en tu pelo 
y de un beso extraviado.
¡Un éxtasis!
¿Sobrevivirán los sentidos, la excitación del contacto físico?
Si el único virus que mueve la luna y las estrellas,
que reta vendavales y tormentas
para existir sin amenazar, es el amor.
¡Réquiem por la gran poesía del Universo!
Y sobrevivirán los poetas contándonos el amor
como una fantasía…
Yvette Ruben



16 de mayo de 2020

Alma

En un camino llano y tranquilo
te encontré caminado por la vida.
Sin intención, desvié tu andar.
Ahora, el camino es pedregoso, 
con altibajos, tormentas y vendavales.
Vamos juntas, campeando lo que se puede.
Me inquieta sentirme culpable
de quizás cambiar tu destino
y no sé si para bien, o para alterar tu labor.
Parece que llevo mucho peso,
el de la vida misma y la que invento,
de color y magia, de sueños lejanos,
de imposibles realizables.
Llevo conmigo los mares y montañas
y pequeñas florecillas sin más importancia
que embellecer la primavera.
Me rige la Luna y el sol me alumbra
en este sendero que me asignaron al nacer.
Cuánta más tranquilidad habría en mi entorno
si el desequilibrio de mis emociones se sosegara.
Por eso y mucho más
querida alma,
te dejo libre de tantos quehaceres,
te doy la libertad…
Yvette Ruben




10 de mayo de 2020

¿Poesía?

Es hermosa la poesía de estar en casa 
y reencontrarse con la familia
y uno mismo, pero... para qué mentir.
Me hace falta la vida cotidiana,
el salón de belleza, 
comprar en la plaza de mercado lo que recién llega del campo, 
sumergirme en un mar de flores y colores para escoger unas rosas.


Me faltan los aguacates del señor de la esquina 
y el indigente del semáforo.
Aunque me gusta el silencio,
la bulla de las calles está en mi memoria y me falta.
Correr bajo la lluvia y protegerme del sol, 
pisar la grama húmeda 
y ver la manada de perros en su paseo diario.
La excitación de una posible fotografía callejera, 
la charla con la sabiduría de los taxistas.
Me falta la danza y el contacto físico, 
el olor del pan recién salido del horno 
y el puesto de las arepas empolvadas.
Si, me hace falta la vida de la ciudad y su demencia, 
el hogar es el refugio que espera después de la intensidad de un día de existencia.
¡La calle es la libertad del espíritu!
Yvette Ruben

5 de mayo de 2020

Somos

Cambia nuestro diminuto planeta
y nosotros cambiamos de ánimo
y de emociones.
Y en medio del caos,
somos estrellas fugaces,
o algún astro, sol o luna.
Somos río, mar, montaña,
el infinito…
Y de la alegría pasamos
a la tristeza,
de la incertidumbre
a la certeza.
Y vagamos en el cosmos
creyéndolo nuestro
y somos fantasmas
que el tiempo fue construyendo.
Somos todo y nada,
atrapados en la magnitud del Universo…
Yvette Ruben