Cómo
no robarte pensamientos
Fui
a mercar a la tienda del alma,
difícil
escoger entre recuerdos de
besos
y caricias, flores y frutas.
Encontré
sombras y sin embargo,
abundaban
luces y música.
De
la hierba verde asomaban florecillas
amarillas
como el sol de la mañana y
el
perfume de los nardos, embriagaba
mis
sentidos.
Un
sendero de rosas cortejó mi salida
a
la vida.
La
tienda del alma…