ese olor a gardenias y mares,
esa música de cascos
taconeando en calles coloniales,
angostas y evocadoras.
Artesanos, guitarras y bailarines,
poesía en colores.
El tiempo me impide meterme
en tu alma y descubrir el secreto
de tu magia misteriosa.
Tal vez, sea ese desorden ordenado
y esa relajación para vivir
y respirar el atardecer
entre el cielo y el mar.
Regresar a ti,
es mi gran sueño.