No siempre sale la palabra,
ella necesita un motivo o simplemente,
un mensaje de su conciencia.
A veces el clima y el entorno
sugieren una idea o una sensación,
sea de paz o turbulencia.
Estoy tranquila,
cosa rara cuando la creación me incita
y una nube color humo
amenaza la quietud del día.
Pasa un avión rumbo a cualquier destino
y rompe la laxitud del momento.
No estoy liderando el editorial.
Lo delego en quien quizás,
tenga la sabiduría necesaria del momento.
Romper las reglas es para mi,
un requisito necesario para expresar
lo que anida en mi hemisferio izquierdo.
De esta manera alejo al poder de la razón,
tan práctica y férrea en su dominio.
El desorden de ideas es mi hábitat natural.
Mañana será otro día y estaremos presentes
como la lluvia que persiste dejando sus huellas
en los vidrios de las ventanas.
Hoy es Jueves y están todas las notas musicales…
La editor
