Duelen las imágenes violentas del mundo.
La naturaleza y su furia contra el hombre
y este a su vez, insatisfecho con la vida.
Y aún así, el Relator sigue elevado porque
piensa que es la única salida de este laberinto
agresivo y pesimista.
Creemos en los sueños,
en el que lucha vendiendo aguacates
o comprando desechables.
Creemos en el lamento de la música callejera,
en que la vida es mucho más que huracanes
a veces creados por el hombre.
No es mirar para otro lado,
es sentir, es amar, es luchar
para que lo bueno suceda.
Ver los campos sembrados en flores
y la bondad andando por los caminos.
Y ese estado de elevación sublime,
es el camino al cielo…
Yvette Ruben
