Soy alegre y amo la vida
aunque no puedo decir
que eso es felicidad,
según el diccionario
de la lengua española.
“La felicidad era el objetivo último del ser humano,
y la riqueza (es decir, la propiedad libre, individual y absoluta),
su principal baluarte.”
¿Pero que tanto hacemos
con la propiedad libre, individual y absoluta?
La moda en tantos temas,
ha unificado la felicidad del ser.
El poder material, la música estridente,
el licor y el bullicio...
Estos valores han reemplazado
la maravillosa sensación
de plenitud ante la presencia
de las manifestaciones de la naturaleza
y las creaciones artísticas
y humanitarias del hombre.
Hoy en día, las obligaciones y compromisos
innecesarios, disfrazan la verdadera
felicidad.
Los que son felices, creen que no lo son
y viceversa.
Son pocos los que tienen la gracia de
serlo y de reconocer los verdadederos
valores de la vida.
Afortunadamente, me encuentro entre
los que todavía logran sentir y diferenciar.
YvetteRubenA
