Veo las gaviotas cruzar los cielos
y voy detrás de ellas
sin rumbo fijo.
Perdí mi nido y lo busco
entre mares y montañas.
Tal vez, esté dentro de mi
viajando libre de equipaje.
Volaré hasta donde el viento me lleve
porque no hay vacío en mi alma
llena de esperanzas.
Y es que en las alturas
no hay materia ni posesiones
y la riqueza, que llevo en mi pecho,
para vivir me alcanza.
La vida es aire y mi tiempo, infinito…
Yvette Ruben