Quiero bailar contigo,
con mis zapatos rojos
y un vaporoso vestido.
Danzaremos sobre montañas y mares.
Y las luces de la ciudad serán
nuestros testigos,
y el amor quedará
quieto al sellarlo con un beso
al mismo compás que la danza
de mis sueños.
Yvette Ruben
Cuánto tiempo sin escribir,
acallando el corazón e ignorando los deseos.
Y es que quiero volar a mi manera,
que no necesariamente es desplegar alas…
Es alzar vuelo con la mente y el espíritu,
aceptar mi esencia tan suficientemente loca
y desordenada, como el orden atrevido.
Esa hermosa babel que me motiva
a seguir persiguiendo el sueño
de lograr lo real para mi
así parezca un despropósito…
Que truene el cielo y se asombren los rectos,
porque solamente logro lo posible
cuando parece ser imposible…
Yvette Ruben
Amanece y el cielo está azul pleno
sin una mancha que le quite su serenidad.
Presagio de verano que hace olvidar
los disturbios callejeros de protestas e inconformidad.
¿Y cómo puede haberlas si la vida es color azul cielo?
No para todos - es cierto-, pero aún así,
la vida es color azul cielo…
“Si no te ama, no lo ames tampoco.”
Es la nueva era del amor, más práctica, menos dramática.
¿Pero la entiende el corazón?
¿Olvidas tan fácil una voz, un olor, una piel, una caricia?
Y como ilusos, no nos damos cuenta de los mensajes previos.
Tienes razón, no eres tú, soy yo el problema...
Y así, terminas siendo el culpable de todo y luego,
te das cuenta que el amor no es un ratico…
¡Es algo esplendoroso!
Yvette Ruben
No sé cuando regresaré a estas páginas en blanco
que me piden tanto.
Y es que la distancia entre la mente
y el papel, en algunos momentos es inmensa
y difieren en su realidad.
Cuantas veces le escribimos a la poesía,
dueña del amor, y no a alguien en especial.
El verdadero sentimiento se transmite expresándose
porque la voz, no sabe mentir.
Una sola palabra puede ser un Universo de sensaciones
y una poesía pueden ser muchas palabras bien ordenadas
y sin sentimientos.
Las huelgas de hambre o silencio
son debilidad.
No debemos callar lo que sentimos
y se anida en el pecho.
Eso es egoísmo…
Yvette Ruben
Me gusta escribir aunque me acobardan
los posibles errores.
Hoy me incita esa intensa sensación
en que la vida se está devorando el calendario.
De un momento a otro, no hay minutos ni horas,
si acaso, para una cita especial y nada más.
Se perdió la rutina tan apreciada para algunas cosas
y la disciplina está tambaleando.
¿Qué nos quiere decir la historia, cuál será el mensaje?
Siendo fantasiosa y de mente gráfica,
imagino el tiempo como una pared que no se detiene
y millones de personas la empujan hacia atrás desesperadamente.
Es costumbre mía crear, pensar en demasía,
excederme en especulaciones, inventar respuestas.
En éste caso, ya tengo una.
La vida nos quiere más sanos de mente y cuerpo,
está cansada de vernos correr, se come el tiempo
y por eso está indigesta, ansiosa y angustiada.
Siendo surrealista, decidí rejuvenecer porque lo que es hoy,
mañana no será y así, de sol a sombra seguiré andando,
con los zapatos rojos que me gustan
y por el infinito camino…
Yvette Ruben
Llegó la hora de escribir con franqueza la realidad.
¿Pero cuál es esa realidad,
la que vivimos o la que soñamos
y que quisiéramos vivir?
Y aquí me veo, fantaseando sobre verdades inexistentes,
acomodadas hacia las obligaciones y caprichos de los demás
y no a mis placeres.
Y entonces, de qué sirve la vida sino es para estrujarla
entre tus brazos y comértela a pedazos
sin que nadie te censure ni te someta
a sus deseos?
¿Cuantas Lunas debes recorrer para aceptarte,
para reconocer tus valores como ser humano
y permitirte ser tu?
Quizás llegó el momento en que la verdad sean hechos
y no palabras, en que tu felicidad sea propia y no prestada.
Llegó el momento para seguir tus pasiones,
para ser ese YO, tan cuestionado y anulado hasta ahogarse…
Llegó el momento
de ser…
Yvette Ruben
Yvette Ruben
Dicen que el mar es sabio y lo sabe todo.
Me sentaré en su orilla y escuchare lo que me dice.
Y no está demás hablar con la Luna que como mujer,
es más intuitiva.
¿Saldré del encierro?
Esperaré la respuesta al alba
cuando el sol asome su sonrisa.
Tal vez algo grande me espera
y quizás,
sea sólo una palabra…
Yvette Ruben
Este diario no es fanático de la violencia
ni de malas noticias en primera página.
Preferimos lo sencillo y cotidiano,
porque al alma hay que enriquecerla todos los días
al amanecer, con flores y un buen café.
En estos momentos,
es difícil saber cuál es la realidad y la auténtica verdad.
Seguiremos con el día a día, con las sorpresas callejeras,
con los vendedores ambulantes que escasamente saben leer
y le dan vida a la ciudad.
Las tiras cómicas son un deleite de inteligencia elevada
y la sencillez de la palabra, es un alivio para el espíritu.
Hoy, terminamos con desear a nuestros lectores
un buen fin de semana
y un comienzo cargado de surrealismo…
La editora
Abrimos puertas de nuevo.
Cada día es un comienzo
y parece que estamos atrapados
ante una nueva amenaza.
Pero la vida continúa y los pájaros
cantan, las mariposas vuelan,
las abejas se alimentan…
¿Ellos no se enferman?
Y así, la ciudad despierta más tarde.
Las finanzas del reciclador se debilitan
y aumentan los domicilios.
¿Y nosotros qué?
No se me ocurre otra cosa que nacer de nuevo.
Pensar que aun somos niños,
que la vida diaria es un paseo al parque,
una lonchera y regresar a casa para el almuerzo.
Luego una siesta y de nuevo jugar y reír.
Por supuesto, es una fantasía que ayuda
a bajar la ansiedad.
Debemos laborar para el sustento del día a día,
pero es el comienzo para aceptar que tantas
cosas que llevábamos en el hombro y que pesaban,
no eran necesarias.
La vida es sencilla si creemos en ella y en el amor.
Dejemos a un lado lo superficial,
eso que pensamos nos trae felicidad y no es así.
La felicidad no viene en un paquete,
no tiene forma sino aroma…
La editora
“En el principio, Dios creo el cielo y la tierra”
Siento el movimiento del planeta.
Camina con paso tembloroso porque su norte ha perdido.
Se atormentan los mares y ríos.
Los vientos como vendavales
arrastran a la humanidad
que buscando una salida,
nada contra la corriente.
Huye de las sombras ansiando una luz
que ilumine su sendero.
Qué pequeños somos,
quizás llego el final.
Desnudos y sin enseres
acumulados durante lo que llamamos vida,
nos encontramos con caminos amurallados.
Y alzando la vista por primera vez
después de siglos mirando un móvil,
se abren las nubes dando paso
al azul del firmamento.
No sabemos si es el fin,
o es el comienzo…
Yvette Ruben
Yvette Ruben
Cuento Ficción.Cuento Ficción.
Había una vez un Planeta muy bélico y desordenado: no había manera de encontrar la tan ansiada paz.
Un día aterrizó una nave espacial y bajó un hombrecillo muy peculiar al que nadie le prestó atención.
Después de pocos días se marchó sin despedirse…
Poco a poco, los habitantes del planeta comenzaron a enfermarse y no se sabía la razón.
La desolación y desorientación fue tan grande que varios países se dedicaron a crear el arma que detuviera la invasión del mal y por fin salieron a la luz algunos antídotos…
Desde entonces, el pánico se apoderó de todos. La gente comenzó a hablar el lenguaje correspondiente al origen del antídoto.
Se perdió la comunicación y solo se hablaban tres idiomas y el planeta quedó reducido a tres satélites solitarios.
Ahora, hay silencio en el cosmos…
Yvette Ruben
Crece mi creatividad
cuando debo afrontar la realidad
y no tengo soluciones.
En esos momentos, despliego mis alas
y vuelo en búsqueda de las musas que quizás,
censuran mis temores y conocen mis fantasías.
Así que regreso a esta página tan mía y tan ajena a la vez.
Es mi segunda piel
y la vida me dice
que debo seguir andando…
Y en eso estoy…
Yvette Ruben
¿Cuánto más necesitamos en la vida
que la bóveda del cielo y un jardín?
En el reino celestial
están las fantasías y los sueños,
las figuras que imaginamos
jugando con las nubes,
los astros y estrellas, lunas y soles,
las torrenciales lluvias que nos bañan
como agua bendita en el misterio de su infinito.
En el jardín está la realidad que palpas,
se nace y se muere,
proceso natural de la vida.
Semillas que engendran frutos y flores,
alimento de pájaros y abejas
llevando su sabiduría
a recorrer el mundo.
Es la creación en perfecto equilibrio...
Cuánto más necesitamos en la vida
que la bóveda del cielo
y un jardín florecido?
Yvette Ruben
Es suficiente si está en tu mente.
Auroras boreales, lluvia de diamantes,
verdes en el desierto, rosas en los pantanos.
Es suficiente si en tu camino está la esperanza
y en tu piel las huellas de la vida.
Es suficiente si vives de verdad,
con mucho o poco, todo es suficiente.
Es suficiente si con el alba
llega una caricia
y en el ocaso un beso.
Todo es suficiente cuando hay amor…
Yvette Ruben
Hoy me encontré con el Mundo y me preocupé.
Sus vestiduras parecían harapos y su andar lento,
hombros caídos y mirada perdida.
No quise dialogar con él,
sentí que no era su mejor día.
Hace un tiempo nos unía la música,
la danza y solíamos soñar...
Bailábamos hasta altas madrugadas
y entre sus brazos me sentía hermosa y protegida.
Hoy no es el mismo...
Deambula por las calles inseguro y deprimido.
Lo amé mucho, es verdad,
pero buscaré otro que sea romántico,
pensante, tierno y de buenas maneras.
Y si no existe, lo crearé.
Quizás, haya más personas
que deseen compartir mi fantasía...
Yvette Ruben
Colapsaron los hospitales y liberaron la ciudad.
Miles de palomas blancas alzaron vuelo felices,
aunque no comprendían el absurdo.
Después del acuerdo entre ellas,
recorrieron los cielos y la tentación
las llevo a lugares prohibidos
y darse algunos gustos,
antes de que las encerrarán de nuevo.
Eran conscientes de su irresponsabilidad
y aún así, embriagadas de alegría,
no hubo rincón que no visitaron.
Entretanto, la ciudad ardía de rojo pasión.
Y el cielo se vistió de blanco...
Yvette Ruben
“Duda de todo y encuentra tu propia luz.
Tu destino estará allá donde tus pensamientos
y sentimientos quieran hacerte llegar.”
Pensamiento Zen
Agradezco que tengo el privilegio y la capacidad de poder integrarme a la tecnología del momento.
Pero la virtualidad atrapa y me encierra en un mundo irreal
que ya no me satisface.
Ha llegado el momento en que deseo encontrar mi luz, materializar mi trabajo, sentirlo en mis manos y acariciarlo con amor, como a una joya preciada.
“El arte de vivir con arte” cumplió diez años
de experiencia, aprendizaje y afortunadamente,
muchas satisfacciones.
Él, está siempre esperando una novedad, una sorpresa,
un silencio...
Fue una responsabilidad que me impuse
con poco conocimiento y mucha dedicación.
Me ha enseñado bastante y lo agradezco enormemente.
No lo abandono, y aunque no es la prioridad del momento,
seguiremos hasta encontrar la luz propia.
“No nos falta tiempo, es que lo perdemos”
Confucio
Aunque soy poco fanática de las redes sociales
y de la virtualidad, tengo amigos muy valiosos
en Facebook e Instagram.
No me despido de nada ni de nadie sino, que le daré
prioridad a escribir, a cuidar y ver crecer mi jardín,
a mi afición por la fotografía y a leer cuando la complejidad
de mi vista lo consienta.
A todo esto le dedicaré el mayor tiempo posible, sin dejar de alimentar lo que ya existe y compartirlo con mis lectores cuando el tiempo lo permita.
Espero no me olviden así como yo no olvido lo que aprecio.
Soy una vida, muchas vidas...
Yvette Ruben
De nuevo Babel.
Aumentan los lenguajes y la comunicación se ausenta.
No nos entendemos y el ruido de las voces es ensordecedor.
La torre de Babel se tambalea al igual que el globo terráqueo.
No es un pensamiento negativo sino, una realidad incuestionable.
En mi sentir que como siempre, va más allá de mi propio ser,
percibo un comienzo de campos verdes y sus cultivos,
árboles frutales y vegetales de hojas verdes descomunales.
Estamos a la entrada de un nuevo mundo:
El trueque, me das y te doy...
Se acaban las calderas y el humo negro,
se acaban los tumultos del transporte por nobles caballos
y allá lejos, en las praderas verdes y el trigo dorado,
se oyen los festejos y los cantos a las lluvias,
al amor, al césped que crece bajo un sol que lo ilumina todo,
porque pasaron las tormentas y el hombre salió triunfante.
Había una vez un pueblo...
Yvette Ruben
