Últimamente estoy atrapada dentro de la música.
Ella no me pide decir palabras
ni escribirlas.
Solo me acompaña
la sensación del sentir.
Cuántas historias de amor y dolor
hay en las teclas de un piano
o en las cuerdas de un violín
o en la melancólica guitarra.
Y así, pasan mis horas
sumergida en sensaciones
que no puedo descifrar
pero están clavadas en mi pecho.
Quizás, nacerán las palabras
el día que la mente le gane al sentimiento.
Por ahora, escucho este ruiseñor…
Ella no me pide decir palabras
ni escribirlas.
Solo me acompaña
la sensación del sentir.
Cuántas historias de amor y dolor
hay en las teclas de un piano
o en las cuerdas de un violín
o en la melancólica guitarra.
Y así, pasan mis horas
sumergida en sensaciones
que no puedo descifrar
pero están clavadas en mi pecho.
Quizás, nacerán las palabras
el día que la mente le gane al sentimiento.
Por ahora, escucho este ruiseñor…
Yvette Ruben
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