Quiero saber de ti.
No por un correo
o mensaje de texto.
Quiero oír tu voz y si es posible,
sentir tu abrazo, oler tu perfume.
Descubrir algo nuevo en tu rostro,
quizás, las huellas del ayer.
Estamos ausentes de la vida
y de esa excitación que sientes
al saberte querido y recordado.
Ya no hay lectura,
ni ocio, ni correr por la pradera.
Por unos momentos olvida la
tecnología y volvamos atrás,
a esa época en donde
un fuerte abrazo significaba más
que cientos de textos y llamadas
en lista de espera.
Hace falta el diálogo,
el amor, la cercanía espiritual.
Comencemos ya mismo, es casi tarde.
Juguemos al amor…
YvetteRubenA
