El regreso

Presintiendo mi ansiedad por la pérdida de mis archivos, me esperaban la Luna llena, los jazmines, las veraneras, el naranjo, los amarilis y mi bebé orquídea. 

Plantas que no florecen a 2.600 metros sobre el nivel del mar.

Son las primeras fotos de un nuevo capítulo en mi vida y estoy agradecida a tan hermoso y florecido recibimiento.

Como una estrella

Hace siglos como una estrella fugaz  

llegué al mundo.

Mi misión es iluminar el camino,

dar paz y amor donde haya

intranquilidad,

Amo la naturaleza y la belleza

en todas sus formas y conceptos.

No tengo preferencias ni privilegios

y la única necesidad impositiva de

mi ser, es el amor.

Tal vez soy un jeroglífico o un enigma.

Pocas veces bajo a la tierra

porque me confunden las guerras

y la bulla del hombre.

Mientras exista y tenga luz, lucharé

por la paz y la libertad.

Soy mujer y mi ropaje es el brillo

aún cuando mi interior,

es siempre color mar.

Hoy, me daré el lujo de visitar

la tierra disfrazada como el

común denominador y a las

doce, como cenicienta,

regresaré al espacio,

mi hogar.

Yvette alias Estrella

Sin palabras Mar y Cielo

El mar

De nuevo unos días a la orilla del mar,

el tiene todas las respuestas a mis

inquietudes.

Conoce la luz y la sombra, sabe que

ninguna puede existir sin la otra.

Me gusta al amanecer o atardecer,

cuando se encuentra solo y pensante,

no soporta perder su intimidad ante

los que invaden su tranquilidad.

El mar no duerme, solo descansa

y piensa.

Mar y cielo, los dos infinitos.

La ventana