Está ese amor
que rompe barreras
y va más allá de la piel.
Es otra dimensión,
desconocida e inexplicable.
Profundo y silencioso
como la profundidad del océano.
Elevado como las palabras
que escapan con el viento.
Único, no lo conoce la poesía.
Quien llega a sentirlo,
no podrá escribirle un verso.
Glorioso e indefinible,
lo cobijará eternamente
en lo más reservado del alma.
Yvette Ruben