La voz que corre de boca en boca dice que la vida se compone
de simples cosas y así lo creemos aquí.
Hago alución a algo personal y quizás de todos;
mi pequeño jardín.
El me retribuye el amor que le doy con pequeñas sorpresas
y a pesar de ser azotado por violentas lluvias,
en la mañana asoman pequeñas primaveras para decirme:
¡Gracias! por creer en nosotros.
Mi corazón palpita y el espíritu se alegra.
Si, son pequeñas cosas tan grandes como el amor que nace
con naturalidad sin pedir nada a cambio.
Las imágenes las cedo al Relator, un diario sensitivo a la naturaleza
y a las pequeñas grandes cosas de la vida.
El aroma está en mi y espero que tambien en ustedes,
mis sensibles lectores.
La editora
Yvette Ruben
Las Guascas
