Reflexiones

EL ARTE DE VIVIR CON FLORES
REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS
FOTOGRAFÍA
POESÍA
INSTANTES

14 de agosto de 2020

Eres amor...


Cuando llegas traes contigo luz
y esperanza en el mañana.
Huyen los miedos y las angustias;
eres el amor…
Las puertas se abren y olvidamos
el encierro impuesto.
Las obligaciones se aquietan
y renacen las fantasías.
Tomados de las manos
entramos a un Universo propio
de auroras boreales 
que nos envuelven.
Si, eres el amor…
Yvette Ruben

8 de agosto de 2020

Desde el jardín


Asoma el sol por la mañana
y se abre mi cala blanca
llenando el jardín de esperanza.
La vida se renueva
entre flores y pájaros
celebrando un nuevo día
llenándome el alma de alegría
al ver tantos capullos florecidos.
Yvette Ruben

29 de julio de 2020

Ese instante...



Persigo la vida bajo el ojo del lente
tratando de captar el momento
que se haga eterno en mi alma.
Yvette Ruben






22 de julio de 2020

La duda


Haya oscuridad o luz, amanece 
y llega un nuevo día
de esperanzas o decepciones.
El tiempo no espera
y nos pone en caminos difíciles.
Decisiones del corazón
y de la razón.
La vida carece de lógica
y nos perdemos en ella
con paso presuroso 
sin saber a dónde vamos.
El hombre es esclavo 
de sus pasiones 
y se equivoca a menudo.
En el silencio nace la respuesta
del camino a tomar.
Y es aquí, en mi jardín,
donde encuentro la respuesta
justa y sabia,
como es la naturaleza.
Yvette Ruben
.

 

3 de julio de 2020

La noche


Reverencio la noche
y en su hermoso silencio
reposan mis inquietudes.
La conciencia está despierta,
ella nunca duerme y vigila
nuestro sueño.
Somos astros en el cosmos
y almas que se buscan.
Brillan las estrellas
en el firmamento,
como brilla tu amor 
en mis noches de luz.
El cuerpo no entiende a la razón,
y ella, percibe el sentimiento.  
Yvette Ruben
 

30 de junio de 2020

Realidad

Pintura: Álvaro Barrios
La vida se aquietó 
para darnos una lección.
Parece que no aprendemos,
demasiados juguetes necesitamos
para ser felices.
No basta con el único,
más grande y verdadero.
¡El amor!
Los comerciantes del sentimiento
nos tapan las bocas
y olvidan las almas.
Estaremos atrapados eternamente
en la insensibilidad si no liberamos
la alegría, el afecto y el amor.
La verdadera razón
de la existencia.
Yvette Ruben

4 de junio de 2020

Caos

En medio del caos mundial, 
construyo un paraíso.
No un escape a la realidad, 
solo un refugio de paz.
Por los cielos se corre el rumor
y los primeros en curiosear
son las aves en la madrugada.
Mariposas, abejas, libélulas.
Algún picaflor de vez en cuando.
Rayos de luz coloreando los naranjos
y mi banco de parque 
en espera silenciosa.
Es mi confidente y consejero.
Placentero en el sol y en la sombra,
escucha con atención mis relatos.
Cuando me acerco a la fantasía,
sabe que algo sublime vendrá
con los trinos del alba
y la espléndida luz del atardecer.
Yvette Ruben
El banco de parque

21 de mayo de 2020

Réquiem

¿La virtualidad acabará con el romanticismo?
Habrá un nuevo protocolo del lenguaje,
quizás frío y distante o apasionado y sincero,
pero sin pilares que lo sostengan y con las emociones
clavadas en el alma e impedidas a tener voz. 
Y de lo físico, perderemos el palpitar de un corazón
en el cálido pecho del amado,
la ausencia de sus caricias, 
el roce que eriza la piel, 
perfilar con el índice sus labios
y enriquecerse con el esplendor de su sonrisa.
La seguridad de un apretón de mano,
el vuelo de una caricia en tu pelo 
y de un beso extraviado.
¡Un éxtasis!
¿Sobrevivirán los sentidos, la excitación del contacto físico?
Si el único virus que mueve la luna y las estrellas,
que reta vendavales y tormentas
para existir sin amenazar, es el amor.
¡Réquiem por la gran poesía del Universo!
Y sobrevivirán los poetas contándonos el amor
como una fantasía…
Yvette Ruben



16 de mayo de 2020

Alma

En un camino llano y tranquilo
te encontré caminado por la vida.
Sin intención, desvié tu andar.
Ahora, el camino es pedregoso, 
con altibajos, tormentas y vendavales.
Vamos juntas, campeando lo que se puede.
Me inquieta sentirme culpable
de quizás cambiar tu destino
y no sé si para bien, o para alterar tu labor.
Parece que llevo mucho peso,
el de la vida misma y la que invento,
de color y magia, de sueños lejanos,
de imposibles realizables.
Llevo conmigo los mares y montañas
y pequeñas florecillas sin más importancia
que embellecer la primavera.
Me rige la Luna y el sol me alumbra
en este sendero que me asignaron al nacer.
Cuánta más tranquilidad habría en mi entorno
si el desequilibrio de mis emociones se sosegara.
Por eso y mucho más
querida alma,
te dejo libre de tantos quehaceres,
te doy la libertad…
Yvette Ruben




10 de mayo de 2020

¿Poesía?

Es hermosa la poesía de estar en casa 
y reencontrarse con la familia
y uno mismo, pero... para qué mentir.
Me hace falta la vida cotidiana,
el salón de belleza, 
comprar en la plaza de mercado lo que recién llega del campo, 
sumergirme en un mar de flores y colores para escoger unas rosas.


Me faltan los aguacates del señor de la esquina 
y el indigente del semáforo.
Aunque me gusta el silencio,
la bulla de las calles está en mi memoria y me falta.
Correr bajo la lluvia y protegerme del sol, 
pisar la grama húmeda 
y ver la manada de perros en su paseo diario.
La excitación de una posible fotografía callejera, 
la charla con la sabiduría de los taxistas.
Me falta la danza y el contacto físico, 
el olor del pan recién salido del horno 
y el puesto de las arepas empolvadas.
Si, me hace falta la vida de la ciudad y su demencia, 
el hogar es el refugio que espera después de la intensidad de un día de existencia.
¡La calle es la libertad del espíritu!
Yvette Ruben

5 de mayo de 2020

Somos

Cambia nuestro diminuto planeta
y nosotros cambiamos de ánimo
y de emociones.
Y en medio del caos,
somos estrellas fugaces,
o algún astro, sol o luna.
Somos río, mar, montaña,
el infinito…
Y de la alegría pasamos
a la tristeza,
de la incertidumbre
a la certeza.
Y vagamos en el cosmos
creyéndolo nuestro
y somos fantasmas
que el tiempo fue construyendo.
Somos todo y nada,
atrapados en la magnitud del Universo…
Yvette Ruben

27 de abril de 2020

Ella

Ella no quería vivir como esas personas
a las que no les duele nada
y caminan por la vida con aire de superioridad.
Su cuerpo obedecía al lado izquierdo del
cerebro donde reside el amo razonable
y castigador que permanentemente
le habla y dice: no hagas esto, tampoco lo otro,
no te des placer y nada de diversiones.
Hay que ser razonable, justo y sereno.
Y ella, como en una larga procesión,
llevaba una única vestimenta; una cola
confeccionada en telas de sedas luminosas
y brillantes.
En su propio mundo, era una reina. 
Caminaba kilómetros con un andar 
pesado y rígido. 
Al tiempo, en su interior había un volcán en erupción.
La historia no termina y quizás apenas comienza.
Será ella capaz de arrojar toda su poesía
y derrochar el fuego interno hasta convertirse
esta vez de verdad en el Ave fénix?
Será que Ikarus tiene razón y sus alas son
de fuego?
Ave en vuelo


26 de abril de 2020

En rojo


Le he dado un nuevo nombre a este intruso
que nos descompuso el viaje por la vida.
Se llama: En rojo.
Sigo pensando que el mundo no cambiará
y creo, que para muchos se detendrá.
Para aquellos que corrían a tropezones 
para comerse la vida en un solo plato.
Ahora, el Semáforo está en rojo y dice:
Detente, cuál es la prisa, a dónde vas,
por qué quieres salirte tan pronto de la vida?
Y en este momento, estamos aferrados a la existencia, 
a seguir siendo, a tener tiempo y disfrutarlo, 
a mirar hacia arriba y hacia abajo,
a extasiarnos con el entorno y a comprender
lo que nunca advertimos por estar corriendo.
¿Cabe mi credo sencillo y sin pretensiones?
“No bebo alcohol, prefiero beberme la vida
sorbo a sorbo”
Yvette Ruben


23 de abril de 2020

Tiempos


Ya no sabemos que decirnos 
si no lo que soñamos. 
Tener nuevamente el regalo 
de la vida para ver 
las noches estrelladas, 
las tormentas lejanas, 
el canto de los grillos 
y la luz de las luciérnagas...

Tu piel húmeda y fresca 
muy cerca a mi tibieza 
en el amanecer. 
Cuánto mas desearte....

Mejor no pensar y dejar 
que el tiempo nos lo diga.
Sonarán las campanas, 
cantarán los ruiseñores, 
volarán mariposas 
y palomas blancas.

Metida en el nido de tu pecho, 
festejaré el renacimiento,
florecido y ansioso de tenernos, 
de saborear la espera, 
de sentir que es la vez primera
y que nos aguarda el color mar.

Si, soñaremos, 
no hay alternativas, 
solo la magia del deseo, 
del amor intenso 
que llevamos dentro 
a pesar de las incertidumbres 
de si a amarnos volveremos 
como aquella vez, 
cuando la brisa acariciaba el velo 
que cubría la ventana...

Seremos de nuevo, 
amantes de la vida, 
de nuestras fantasías, 
de la mesa de roble 
y del silencio,
del amanecer o del alba, 
con su luz azul 
celando nuestro amor.

Ave en vuelo