Ya no sabemos que decirnos
si no lo que soñamos.
Tener nuevamente el regalo
de la vida para ver
las noches estrelladas,
las tormentas lejanas,
el canto de los grillos
y la luz de las luciérnagas...
Tu piel húmeda y fresca
muy cerca a mi tibieza
en el amanecer.
Cuánto mas desearte....
Mejor no pensar y dejar
que el tiempo nos lo diga.
Sonarán las campanas,
cantarán los ruiseñores,
volarán mariposas
y palomas blancas.
Metida en el nido de tu pecho,
festejaré el renacimiento,
florecido y ansioso de tenernos,
de saborear la espera,
de sentir que es la vez primera
y que nos aguarda el color mar.
Si, soñaremos,
no hay alternativas,
solo la magia del deseo,
del amor intenso
que llevamos dentro
a pesar de las incertidumbres
de si a amarnos volveremos
como aquella vez,
cuando la brisa acariciaba el velo
que cubría la ventana...
Seremos de nuevo,
amantes de la vida,
de nuestras fantasías,
de la mesa de roble
y del silencio,
del amanecer o del alba,
con su luz azul
celando nuestro amor.
Ave en vuelo
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