El paraíso se encuentra en donde
menos imaginamos.
En cualquier rincón de una calle,
en unos ojos y quizás
en el calor de unas manos…
Encontré uno de tantos en la vereda
del camino, en donde poco a poco,
Olivo y Mónica están realizando
su fantasía.
Una casita sobre la majestuosidad
de tres árboles que la sostienen.
Eventualmente, será la alegría
de quienes deseen compartir
la magia y energía del cosmos.
La ruta de la vida es una
y estamos comprometidos
en crear ideas para el deleite
de quizás, unos pocos.
Gracias Mónica y Olivo
por confirmarme que
los paraísos existen.
YvetteRubenA
