De un momento a otro maduré
y caí de la rama que me sostenía.
Miré a mi alrededor y aterrada de tanta libertad,
mis músculos entumecieron.
No sabía que camino tomar
antes de que alguien me devorara.
Hoy, me enfrento a la verdad
que me negaba a aceptar
y pienso en una frase que alguna vez escuché;
“La libertad, no se pide, se toma”
YvetteRubenA
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