Reflexiones

EL ARTE DE VIVIR CON FLORES
REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS
FOTOGRAFÍA
POESÍA
INSTANTES

24 de agosto de 2019

20 de agosto de 2019

Vivir

Vivir con arte, 
es festejar la vida, 
acariciar el alma de los necesitados
y agradecer el existir.
Apreciar la belleza que no se muestra ni presume.
La belleza la crea el alma,
no existe de por sí.
Aprender del sabio y comprender al ignorante.
No derrochar palabras vacías sino anidar amor.
Vivir con arte,
es ser humilde ante lo grande
y ser grande con humildad.
Es otorgar, no exigir.
Vivir con arte, 
es escuchar y entender
el silencio a tu alrededor.
Amanecer con el sol
y soñar con la luna.
Vivir con arte,
es saber vivir.
Yvette Ruben

21 de julio de 2019

Contemplación

Una imaginación millonaria
cubre, disfraza y envuelve
mi sobriedad y gusto 
como forma de vida.
Nada es comparable a la contemplación
de las cosas maravillosas
que suceden en nuestro entorno.
La buena lluvia, las ricas cosechas,
los paisajes, cultivar la tierra…
Por momentos, retirarse del mundo
y adentrarse en los bosques,
contemplar la luna y las flores silvestres,
los atardeceres frente al mar.
Por eso, busco amigos de corazón sencillo,
que no estén sofocados por la ambición.
Posiblemente, esa sea la verdadera existencia.
Yvette Ruben

11 de julio de 2019

Adiós Cartagena

Qué difícil dejarte Cartagena,
ese olor a gardenias y mares,
esa música de cascos
taconeando en calles coloniales,
angostas y evocadoras.
Artesanos, guitarras y bailarines,
poesía en colores.
El tiempo me impide meterme
en tu alma y descubrir el secreto
de tu magia misteriosa.
Tal vez, sea ese desorden ordenado
y esa relajación para vivir 
y respirar el atardecer 
entre el cielo y el mar.
Regresar a ti, 
es mi gran sueño.
Yvette Ruben

9 de julio de 2019

Modelo - Cartagena -

Desea ser modelo,
quizás no de pasarela sino,
de la vida en la calle,
pues eso es lo que conoce
y disfruta en libertad.
Sin maquillajes mentirosos, 
ni horas extenuantes 
frente a una cámara 
y, desechable,
cuando el capullo en flor
se arrugue.

De alma y corazón,
le deseo que siempre
sea fresca, auténtica
como la conocí.
Que no busque la fama
ni los halagos fáciles
y que no se deje atrapar
por la codicia del hombre.
¡Suerte!, querida Skyris.



Yvette Ruben


6 de julio de 2019

Juan del Mar - Cartagena



Ay, Juan del Mar, qué bello eres
y que frescura tienes;
como el agua de coco y dulce,
como un níspero en cosecha.
Quizás eres el alma de Cartagena,
que vigila su sueño
y protege sus secretos.
Coqueto como se debe ser,
el sabor es tu esencia
y con tu cuerpo atlético
y sensual como sirena de mar,
regalas tu canto y aromas,
de noche, todas las noches.
¿Eres real o un espíritu
danzante entre las sombras
de esta hermosa y mágica ciudad?
Yvette Ruben






27 de junio de 2019

Mi Cartagena


Cuando pisé suelo cartagenero por primera vez,
no sabía que me atraparía su embrujo
y que siempre volvería a buscar esa magia
que complementa mi alma inquieta.
Han pasado décadas
y no me atrevería a calificarte Cartagena, 
especialmente ahora,
que tantos vienen a fotografiar el escenario
más no tu alma, que esquiva y prudente,
se esconde entre los callejones
donde el pueblo brega por el sustento del día.
Dicen los pescadores que te ven
volando con las gaviotas en las madrugadas
y que, en las noches, te escondes vigilante
entre la algarabía de los transeúntes
ambulantes de la vida.
Cuando mi emoción es grande,
pienso que soy tu alma,
que eres producto de mi fantasía
y que no existes,
o que tal vez te soñé en alguna vida,
de tantas que tengo en mi mundo
novelesco y fantástico





13 de junio de 2019

México


Visité por pocos días la ciudad de México
y como usualmente sucede, 
no encontré lo que mi mente
crea acerca de lugares conocidos
por medio de libro y películas
y por supuesto, la fantasía e imaginación.
Lejos estaba Pedro Páramo de recorrerla
en su carreta y qué hablaría su mente, pensaba yo.
Hileras de carros en diferentes direcciones
a un ritmo lento y tenso, sin paisaje desértico,
atiborrado del nuevo mundo.
El impacto lo recibí cuando entre el caos
del transporte, llegué a una casa azul
intenso, como lo fue Frida Kaloh en su vida 
y pintura.
O al estudio casa de Diego Rivera en donde
vivió momentos de infelicidad y el fatigante
mundo del artista.
Decido robarle tiempo al tiempo, 
insisto en que quiero ver lo colores y sabores
de su cultura, hermosa y profundamente
arraigada en los que nacieron en sus tierras.
Como turista desorientada, llego tarde a todo
y aún así, los colores están y la bulla del que vive
lo suyo y donde las raíces vienen de la tierra;
los mercados, bazares, plazas…
Siendo imposible describir una cultura en
tan pocas líneas y a mano de una turista
que ama y se apasiona de lo que quizás,
pocos ven o no aprecian.
Lo cuento con imágenes captadas sin tiempo,
ni técnica, guiadas únicamente por el
impacto del color y el ingenio.






18 de mayo de 2019

A la hora del café

Ellos se amaban y no pedían más
que un lugar para soñar y expresar
lo que tenían en el alma.
Comenzaron con una gran mesa de roble y poco a poco, llegaron los libros, los papeles, el computador, las sillas y el silencio.
Del cielo a través de la claraboya se filtraba un rayo de luz sobre el sofá tapizado en rojo terciopelo
que coloreaba las paredes,
creando una atmósfera renacentista.
Una manta de mil colores era el abrigo
en las tardes frías de invierno.
A la hora del café, se tumbaban sobre
ella a contarse el amor hasta el amanecer.
Eva


15 de mayo de 2019

Así

El amor es así,
no se cuestiona ni se analiza,
tiene su propia danza.
Cálido bajo la lluvia,
fresco bajo el ardiente sol.
Y es que el amor es así,
vence las barreras de lo inexplicable,
eterniza los momentos sublimes,
se libera en la intimidad y así,
convierte lo físico en etéreo
y de la nostalgia,
hace una hermosa fiesta.
Yvette Ruben

14 de mayo de 2019

Natural

Es la libertad del espíritu,
cuando los pájaros vuelan a sus nidos
y las flores muestran sus almas al sol.
El murmullo de la cascada 
y el embriagante perfume 
del caballero de la noche.
Y entre esa melodía,
que a la vez es silencio 
propio de la naturaleza,
hablándole al amor que espera
en las sombras entrado el ocaso.
Amor divino, fresco y apasionado
como la tormenta que anuncia su arribo.
Yvette Ruben