Majestuosas e imponentes,
qué pensarán las montañas
de los que estamos abajo,
especialmente, a la orilla del mar.
Qué dirán sobre el desperdicio de agua,
la tala de bosques, la calefacción,
el aire acondicionado...
De las masas de carros en las calles
y las multitudes en los aeropuertos.
Del ruido de música chillona
para callar pensamientos.
Qué somos para las montañas,
quisiera saberlo.
YvetteRubenA
