No me importa nada acerca del ser humano,
allá ellos, no pudieron entender lo que vendría…
Me excluyo de todo mal y tantos temores
y preparo mi lecho nupcial con las mejores
fibras y el mejor tejido.
Ella, como una Diosa, vendrá perfumada
y engalanada con su mejor plumaje,
sedoso y brillante.
La espera mi amor incondicional,
sortearemos inviernos crueles y veranos
de sequía, pero en las horas del atardecer,
nos protegeremos en el nido
y nos amaremos hasta el amanecer.
Yvette Ruben
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