Tuty, así te llamábamos algunos.
Tanto tiempo sin vernos me permite
recordarte tal como eras.
Dinámica, decidida, guerrera, leal
y sincera amiga de brillantes y bellos ojos.
Nos identificaba el amor a la música
y al baile cuando fuera posible.
No olvidaré aquél momento crucial
en el que fuiste mi escucha y gran consejera
con lealtad y cariño.
Así te recuerdo y seguirán en mi mente tu voz
y tu hermosa sonrisa.
No te olvido y estarás conmigo hasta que la vida
lo disponga.
Te despido con todo el sentimiento
que unió nuestra amistad.
No dejes de bailar en tu camino a la eternidad…
Tu amistad fue un privilegio, te extrañaré…
Yvette Ruben Alfandary
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