Ahora, todos son domingos, día para mi detestable
porque se rompe la necesaria y bendecida rutina.
Y se acabaron los nombres,
podrían llamarse como un vegetal o una fruta.
Qué tal “Lo que el viento se llevó” para los lunes.
Adoro los lunes, es prometedor, motivante,
es el inicio de cualquier actividad,
es predecir el futuro inmediato
y querer comerse el pastel antes de la fiesta.
De mi parte, que fueran todos los nombres,
da lo mismo tal o cual.
Pero por favor, que no me echen llave
y me encierren dentro de un Domingo
y en este momento, todos los días lo son.
Yvette Ruben
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