Que bello es despertar
y que encandile
la luz del amanecer.
Los pulmones agradecen el aire fresco
y tras la transparencia del velo en la ventana,
veo tu espalda y tu actividad,
preparando el primer café.
Será un día de luz, de flores y romance.
Y a la puesta del sol,
cuando el cuerpo se aquieta
y el alma se inquieta
buscando piel,
comienza el aroma
del Caballero de la noche,
justo a esa hora,
sus flores, perfuman el amor.
YvetteRubenA
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