Siempre
amante de la forja, decido por esta para la fachada
y las
barandas de la terraza.
Tiene el
encanto de permitir ver el interior y al mismo tiempo,
lograr el
recogimiento, el ambiente con aroma a pasado.
Mario es un
artista de esta labor.
Como tejiendo
un bordado, añade una por una
las flores
hasta terminar el diseño que semeja el estilo moro.
Me siento
encantada con el trasluz y las sombras.
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