Las cuatro estaciones - Boston Massachusetts

Nací en el trópico y pasaron años hasta que me enterase que existían otros climas,
otras culturas y formas de vida.

No es lo mismo ver un crudo invierno o un ardiente verano en las pantallas del cine,
a vivirlo con todas sus inclemencias.

Sin profundizar, El arte de vivir con arte,
vivirá las cuatro estaciones; las que percibe la imaginación,
la intuición o, una realidad fugaz de momento.

Comenzamos con lo que resta del invierno…

Yvette Ruben Alfandary

Cartier - Behind the scenes of L'Odyssée

¿Bailamos?

¿Bailamos? por dm_523e02e4c6a97

Reflejos en el agua

La paz y tranquilidad de los reflejos en el agua

El regreso… música Vanessa Mae

Cuando las palabras entiendan... Daniel Valdman - Brahms - Symphony No.3 - Poco Allegretto -

Cuando las palabras entiendan

el clamor de las caricias.

Cuando el idioma pueda

redactar un beso,

escribiré el poema mas hermoso

hecho con piel y sentimiento.

Cuando las sílabas cuenten

el compás del corazón

y reflejen su sonido

cuando explota en una mirada,

podré escribir los versos

que hoy la pasión calla.

Y así conocerán tus oídos

todo lo que mi ser siente

y entenderán en ese instante

que podría amarte eternamente

Daniel Valdman

ARTE, PARA DISFRUTARLO O ALMACENARLO?

Arte, para disfrutarlo o almacenarlo?

Con sorpresa veo la ruta que ha tomado el arte en lo particular.

Nacen nuevos “coleccionistas” que sienten deleite al almacenarlo y vigilar su creciente valorización.

Placer?. Verlo día a día, complacerse con ellos y sus diferentes aspectos a los cambios de luz, a la sombra de la noche  y porqué no, al cambio de color y pátina que llega con los años.

Mudarlo de sitio te dará sorpresas, verlo de otro angulo, otra perspectiva.

Si, hay que jugar con el arte y no creo que exista un verdadero artista, que esté complacido al saber que su obra está en una bodega de almacenamiento.

Yvette Ruben A

Recordando a Luis Camnitzer

Luis Camnitzer

El lustrabotas en Buenos Aires

Donde sea que vaya recorriendo mundo, en lo posible visito las plazas de mercado, me cautivan sus entornos y en general, es el sitio donde están los lustrabotas, personajes que me atraen por su manera de ver la vida y su pasión por ese arte que se extingue.

Daniel Vanegas, vive en la ciudad de Montegrande y viaja todos los días tres horas en tren hacia Buenos Aires, donde tiene su espacio frente al Mercado del Progreso.

Amable y alegre, me cuenta que se levanta muy de madrugada y disfruta plenamente el recorrido.

Es orgulloso de su oficio, de sus cepillos antiguos de auténtica cerda de caballo; los buenos, como dice él.

También usa el mejor betún porque de eso depende el buen resultado final.

Con delicadeza brilla mis zapatos mientras me cuenta su quehacer diario….

Gracias Daniel Vanegas

Mercado del Progreso