Donde sea
que vaya recorriendo mundo, en lo posible visito las plazas de mercado,
me cautivan sus entornos y en general, es el sitio donde están los lustrabotas,
personajes que me atraen por su manera de ver la vida y su pasión por
ese arte que se extingue.
Daniel
Vanegas, vive en la ciudad de Montegrande y viaja todos los días tres horas en
tren hacia Buenos Aires, donde tiene su espacio frente al Mercado del Progreso.
Amable y
alegre, me cuenta que se levanta muy de madrugada y disfruta plenamente el
recorrido.
Es
orgulloso de su oficio, de sus cepillos antiguos de auténtica cerda de caballo;
los buenos, como dice él.
También usa
el mejor betún porque de eso depende el buen resultado final.
Con
delicadeza brilla mis zapatos mientras me cuenta su quehacer diario….
Gracias Daniel Vanegas
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