Reflexiones

EL ARTE DE VIVIR CON FLORES
REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS
FOTOGRAFÍA
POESÍA
INSTANTES

23 de octubre de 2015

Para Blasco / Ensayo/ "Lo que dicta mi corazón"


Soy niña y
mi cantar no tiene voz,
 soy invisible.
Observo lo que está frente a mi,
el tiempo que corre,
la bicicleta que domino a mi antojo.
No soy agraciada y me veo langaruta,
de ojos grandes y brillantes
envidia de la estrellas.
Siempre los pantalones cortos,
espigada de piernas y brazos.
No busco el amor ni el afecto,
no lo merezco.
Me hago invisible y de esta manera
soy dueña de mi ser, de lo que creo
y persigo.
Pero hay oscuridad, castigo para
la inquietud de niña traviesa.
Todo tiene aroma,
si es dulce mejor será
y en su momento llegará.
Siempre me escondo, busco
refugio, me protejo.
Nadie entiende, nadie ve.
Las nubes se mueven dando
paso a mi querido sol
Soy niña, soy mujer
las mujeres no piensan
seguimos el paso con la cabeza
baja y los hombros caídos.
Yo pienso y me celebro,
me gusta la vida y donde estoy…


Yvette Ruben A

20 de octubre de 2015

La duda

Estoy en el limbo y no sé que hacer; si escribir
lo que pienso o, publicar variedades de la vida
cotidiana.
Parece que mi mente protesta; qué dicen mis
amigos y visitantes, cual ruta debo tomar…

Yvette Ruben A

6 de octubre de 2015

El ave presa

Cuenta la leyenda, que el rey tenía un ave hermosa,
de plumaje en colores brillantes y sedosos.
Era celoso y egoísta, la exhibía en sociedad como una joya
muy preciada.
El ave, resignada, sonreía complaciente aunque su alma permanecía sola, siempre esperando algo desconocido
que la sacara de su estado moral.
Un día, llegó a la comarca un joven sencillo, sin lujosas vestiduras.
Lo único que tenía de valor era su alma; sensible
y amorosa.
Posó sus ojos en ella y quedó fascinado con el brillo que emanaba su presencia.
Todos los días la pensaba y solo una vez a la semana se atrevía a  acercarse al palacio con el pretexto de alimentarla.
Ella comenzó a esperar ese día con inquietud.
Sus ojos brillaban aún más que el plumaje; la ansiedad la delataba, iba de un lado a otro sin razón.
Con el tiempo, nació el amor y un día, no se sabe cuando, voló muy alto sin regresar jamás.
Nadie supo que la aguardaba un nido hecho con hilos de seda y oro, y el amor que nunca conoció.
Moraleja: aprecia lo que tienes o alguien lo hará por ti.

 Yvette Ruben A