El mar es mi poesía, es arte y como tal lo trato aquí, en este espacio.
Estas imágenes no están alteradas ni maquilladas, así
las viví, fue el máximo del esplendor.
Tal vez me excedí, pero compartir tanta belleza
es un deber y un placer.
Son cientos de fotos que registré con la cámara en tres días y en cada instante que pude hacerlo.
Lo sorprendente para mi, es descubrir en el mar el arte como si fuera una instalación o arte conceptual.
En algunas hay personas que salieron a compartir, a ver de cerca la furia de las olas, a convivir la excitación extrema de las gaviotas, a sentir la sensualidad de las palmeras en movimiento.
Esta es la exposición, tal vez no consecuente como lo hubiera querido, pero creo que lograré transmitir la energía que nos llega del cosmos y no la aprovechamos en cada momento de nuestra vida.
Convivir con
arte es hacerlo en libertad, darle su espacio, tener flexibilidad.
Su función no
es la de vestir paredes ni tampoco estar en un sitio predeterminado que lo
aprisione toda la vida.
Lo ideal, es
que nos enriquezca el alma y acaricie nuestros sentidos.
Juego con él
cada día y cuando lo miro, es un nuevo descubrimiento, un nuevo sentir.
Así es el
arte, un amor por el cual vemos el amanecer todos
los días.
Yvette Ruben Alfandary
Las llamo historia de mujeres enamoradas y me encantan. Ellas juegan a mi alrededor, se mueven y buscan donde acomodarse. Cada día es una nueva experiencia.
Si te gustan los cactus, lo mejor es Cactus Cachipay , me dijo una amiga.
Guy Xhonneux, como el mismo lo cuenta:
- Mis amigos dicen que estoy
loco, no entienden mi pasión por lo que hago.
Nací en África, hijo de padre médico
y madre enfermera.
Viví allí hasta los 14 años, tiempo
en que el entorno te marca para siempre y será la orientación en la vida.
En qué forma te marcó ?
Nunca olvidé la selva Africana, muy
parecida al Amazonas. Uno pensaría que es silenciosa, pero no es así.
En las selvas la vida es muy intensa,
los ruidos, olores, colores, el movimiento continuo de animales y vegetación
son una sinfonía permanente.
Ruda y mágica a la vez, te atrapa y
jamás te desprenderás de esa sensación.
Mira, la misma naturaleza se
encarga de reproducirse, las semillas llegan, las traen los pájaros, la brisa y
otros animales.
Aquí no se toca nada, todo es natural
y en este momento, el único jardinero que tengo es el Creador.-
Por esta razón vives aquí, en esta
selva africana, rodeado de flores exóticas, animales, orquídeas...
Palmas Africanas y diferentes especies de árboles y arbustos que llegaron en semillas de otros países, muchas veces en sobres o regalos de amigos.
Orquídeas y flores, semillas que llegaron con el viento...
-Sí. Vine a Colombia prestando un
servicio militar cívico, regresé a Bélgica cuando terminó y aunque no
fue fácil mi permanencia aquí,
regresé de nuevo para quedarme.
Llegué sin dinero y después de
trabajar en varios sitios, tomé la decisión de independizarme.
No tenía más posibilidades que
comprar este lote pelado y con muchos sacrificios hasta el día de hoy, creé esta selva Africana que está frente a tus ojos -
Los cactus
¿En qué momento nació tu interés por
los Cactus?
-Viene desde mi infancia, mi abuela
tenía en Bélgica un invernadero con una colección pequeña, yo los observaba y
me fascinaban.
Empecé a estudiar e investigar sobre
ellos y aquí está el resultado.
Guido, una
pregunta indiscreta, siento que estás muy solo, estoy equivocada?
-Bueno, es una pregunta con dos respuestas
tal vez.
Por un lado me siento a gusto con lo
que he logrado, aún sea con muy grandes sacrificios.
- Por otro lado, me siento desamparado
porque el
cactus no es muy conocido y tiene
mitos, producto de la ignorancia.
No dejo de preguntarme qué pasará con
esto, quien continuará mi obra para que no se pierda y se extinga.
La razón de todo en la vida es dejar
un legado a la humanidad. En esos momentos es que me siento solo. -
Cactus Siamés
En florescencia
Como en un mundo de fantasía
De libre expresión
Formas caprichosas y artísticas
Rígidas o sensuales
Estilizados
Guido, he aprendido mucho contigo. Me
voy feliz al confirmar que todo lo que nace de la tierra, es energía y las voces que corren de boca en
boca, son agüeros.
Tienes un bello museo de esculturas,
moldeadas por la naturaleza y sus caprichos.
Te deseo el mayor de los éxitos en
esta gran empresa por la que luchas para dejar
testimonio de tus investigaciones y conocimientos.
Colombia y El arte de vivir con arte, te lo agradecemos.
La lluvia tiene un vago secreto de ternura, algo de soñolencia resignada y amable, una música humilde se despierta con ella que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra, el mito primitivo que vuelve a realizarse. El contacto ya frío de cielo y tierra viejos con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores y nos unge de espíritu santo de los mares. La que derrama vida sobre las sementeras y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida, el fatal sentimiento de haber nacido tarde, o la ilusión inquieta de un mañana imposible con la inquietud cercana del color de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo, nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre, pero nuestro optimismo se convierte en tristeza al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas: ojos de infinito que miran al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio y le dejan divinas heridas de diamante. Son poetas del agua que han visto y que meditan lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos, lluvia mansa y serena de esquila y luz suave, lluvia buena y pacifica que eres la verdadera, la que llorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas almas de fuentes claras y humildes manantiales! Cuando sobre los campos desciendes lentamente las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio y la historia sonora que cuentas al ramaje los comenta llorando mi corazón desierto en un negro y profundo pentagrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena, tristeza resignada de cosa irrealizable, tengo en el horizonte un lucero encendido y el corazón me impide que corra a contemplarte.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman y eres sobre el piano dulzura emocionante; das al alma las mismas nieblas y resonancias que pones en el alma dormida del paisaje!
Hace poco más de un mes, una intensa experiencia espiritual me elevó a otro nivel.Ha sido fuerte tratar de asimilarla y darle explicación.
Desde entonces, en mi mente desaparecieron los murosque dividen los espacios. Mi vida se volvió transparente.
Es como si tuviera la capacidad de mirar más allá decualquier obstáculo.
Todo a mi alrededor se transformó en un jardín sin límites, igual al comienzo de la Creación.
Es volver a nacer.
No estoy alucinando, es una verdad que me abruma,que enriquece mi alma, privilegiada de alguna manera incomprensible para mi.La sensación es sobrecogedora e irreal.
Me pregunto repetidamente si seguirá conmigo o si es temporal y en algún momento me abandonará.
Por ahora, no hay límites en mi mente ni en mi alma. Hay libertad, vivo en estado de levitación, aunque esté anclada en la tierra.