No soy la libertad pero si el que la provoca, dice Facundo Cabral.
Tampoco soy la libertad pero soy libre en pensamiento y espíritu.
Tú que me lees, comprenderás la diferencia.
Y fui de aquí para allá, sin la verdadera libertad
y ahora que la tengo, no sé cómo usarla y es irónico.
Estoy aquí y eso es lo que cuenta, seguir andando es un privilegio
por más que cueste y el camino sea pedregoso o llano.
Y quizás algún día vaya allá donde la libertad
se esconde mientras todos la buscan.
No soy de aquí, ni soy de allá…