Queridos lectores, hoy el sistema de video portero está averiado, así que compartimos los sucesos de la calle como si estuvieran con nosotros aquí dentro.
Por ahora, en nuetra redacción tenemos tractomulas madrugadoras, motocicletas, bicicletas que pasean por las oficinas y ya sabemos que más tarde los aguacates
y la mazamorra llegarán directo a nuestra
pequeña cocineta para el café del descanso.
¡Ay, tecnología!!! Para lo bueno y lo malo, qué hacemos contigo?
¿Ignorarte?
¿Te imaginas la revolución si nadie supiera qué hay de la vida del gato blanco o de aquel Copetón ilustrado que vino a esculcar las bibliotecas?
¿Qué sería de lo cotidiano sin las voces de los trovadores?
Me pregunto.
Ahora un perro ladra sin descanso, justo a la hora de la siesta en las sillas.
Pasa un avión rumbo al pasado, me doy cuenta por el sonido nostágico de sus motores, el del futuro, es diferente.
Algún día llegará la gran noticia y quizás, ya no estemos para publicarla.
Anochece, es hora de ir a casa…
La editora
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