Llueve sobre la primavera de mi alma
y ella necesita de sol y calor.
Se va la inspiración
y se esconde entre
los laberintos de la mente.
Por supuesto, siempre hay un mañana,
que llegará con el alba.
Pertenezco a lo cálido,
a la luz de días soleados,
a la brisa del atardecer,
cuando los jazmines despliegan su perfume.
Por eso amigo,
abrazos fuertes y tiernos.
No los dejes para mañana,
el ambiente perdió su norte
y no sabemos qué acontecerá.
El momento es ahora.
YvetteRubenA
YvetteRubenA
Muy bello
ResponderBorrarGracias
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