Cuando los ojos no ven,
imaginamos el cielo y la vida.
Vivimos con el olor de la tierra,
el canto de los pájaros
y el murmullo del viento.
La lluvia en su momento
es una sinfonía,
y el perfume de las flores,
es el mensaje del amor.
Y mis manos acarician
la cal de aquella casita blanca
perdida en medio del Universo.
Allí te amaré,
entre tormentas y soles,
en el silencio profundo
de la naturaleza.
Y a lo lejos,
escucho el lamento
de un violín…
escucho el lamento
de un violín…
YvetteRubenA
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