Aterrizando
Ciudad sin nombre, un cuento
Le dicen La
Caldera del Diablo porque alguien le vendió sus tierras al Diablo y a él no le
gustaba el color verde y la convirtió en edificios de cemento. Luego le puso
seres humanos que
se
convirtieron en robots, que tuvieron robóticos.
Fueron domesticados
y ahora no saben quienes son.
Llega mucha
gente a visitar y se maravillan con las luces de neon y el ruido.
Aturdida, voy
de un lado a otro buscando una simple
palmera, pero
nadie sabe que es eso; hablan otro idioma.
Yvette Ruben A
In memoria…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario