“En el instante que Dios creo al hombre, lo colocó frente
a todos los árboles del jardín y le dijo: Observa mi creación,
que bella y agradable es. Y lo he hecho todo por ti.
Ten, pues, cuidado de no estropear mi mundo, ya que si
lo alteras no hay quien lo pueda recomponer.”
Aquí
sembraré las semillas de mis pensamientos e
imprimiré
las huellas de mis manos en cada rincón.
Escucharé
a quien desee hablar y mis ojos, captarán
el
instante justo de un rostro que expresa su sentir.
Todo
tiene una razón de existir y está íntimamente
conectado.
La espiga del trigo será pan, las uvas vino,
las
flores miel…
Respetarás
la naturaleza porque es la creación Divina.
Yvette
Ruben A
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