Vuelan
alto las gaviotas y se van buscando
otros
cielos, otros aires.
Tal
vez regresen trayendo nuevas historias.
Y
pienso, cuanta claridad hay en la vida y cuanta oscuridad
en
quienes no la conocen.
Para
volar solo necesitamos la mente y el deseo.
¿Hay edad para perseguir un sueño?
No
lo creo, solo hay que cortar la rama que nos ata al árbol…
¡Difícil
pero no imposible!
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