¿Son los pensamientos de invierno más
oscuros, menos iluminados?
Me parece que si.
Miro las nubes que se cierran hasta ocultar
el azul cielo,
la lluvia que azota ventanales y dispersa a
los transeúntes.
Todo invita a correr a casa y recogerse
ante el calor del hogar.
Las fantasías descansan en un anhelo
permanente de esperar la tibia primavera y sus colores.
La creatividad está invernando como los
osos, reinventándose, acumulando energía, esperando la pasión que llegará
con el esplendor del sol...
Bajo el cielo de la ciudad
El invierno de las plantas
Invierno en las calles de la ciudad
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